El grupo de 3 a 4 años marca el inicio de la edad preescolar.
A partir de los 3 años el crecimiento del
niño transcurre mas lento. Las actividades motrices y juegos realizados
al aire libre pueden contribuir favorablemente al mismo.
La gran riqueza de movimientos que se expresa
en este grupo de edad, pues el pequeño quiere desplazarse
constantemente y realizar nuevas proezas, puede tener cierta orientación
pedagógica por parte del adulto, sin abusar, ni pretender asumir un
papel directivo.

Si consideramos lo expresado con relación al
crecimiento, algunas tareas motrices pueden sugerirse al niño realizando
los movimientos con gran amplitud, a fin de contribuir al estiramiento
de los diferentes planos musculares. El adulto debe ser muy observador
de la actividad del niño, debiendo evitar que el pequeño cargue o
traslade objetos de peso, así como intervenir cuando el niño realice
ejecuciones reiterativas de algunas tareas sin la alternancia de cada
miembro, tanto superior como inferior, ejemplo: saltar con un solo pie,
lanzar con una mano. En estas tareas debe hacerse énfasis en la
atención a la ejecución bilateral. Otras tareas como saltos desde
alturas deben realizarse ejecutando la caída en superficies suaves
(colchón, césped, arena). Con estas precauciones protegemos las
articulaciones, que en esta edad tienen predominio de tejido
cartilaginoso, gracias a lo cual se produce el crecimiento.
La intervención del adulto puede estar
orientada a proponer al niño algunas tareas y juegos que beneficien el
desarrollo de su postura, lo que se logra mediante diferentes
actividades que contengan tareas de equilibrio, como: caminar libremente
llevando un objeto (sin peso) en la cabeza, caminar por líneas trazadas
en el piso, por cuerdas, tablas, bancos, muros; rodar pelotas pequeñas o
conos con uno y otro pie (sin calzado), caminar por terrenos con
desnivel en su superficie, bajar y subir obstáculos de diferentes
alturas, mantenerse en uno o dos pies sobre objetos pequeños, dentro de
otras.
El niño de 3 a 4 años realiza muchas acciones
por si solo, demostrando mayor independencia que en el grupo de edad
anterior. Comienza a diferenciar el color, la forma y el tamaño de los
objetos utilizándolos, según sus propiedades, durante las actividades
motrices.
Se aprecia que a los niños de este grupo de edad, les gusta mucho imitar
los objetos y fenómenos de la realidad, ejemplo: imitan que conducen
autos, aviones, reproduciendo muchas acciones de la vida cotidiana, por
lo que es sumamente importante facilitar al niño el contacto con todo el
mundo exterior, a fin de que pueda adquirir suficientes y diferentes
vivencias de la realidad.
Resalta en este grupo de edad la curiosidad
del niño por todo lo que le rodea, con frecuencia pregunta el por qué de
las cosas. Quiere conocerlo todo, saber el nombre de los objetos y su
utilidad.
El niño entre 3 y 4 años es capaz de ocupar
roles en el juego, por ejemplo: hace como si fuera el chofer y utiliza
el aro como timón.
En este grupo de edad comienzan ciertas
manifestaciones de acciones cooperativas entre un niño y otro, en
ocasiones comparten sus juguetes y realizan algunas acciones en pequeños
grupos: lanzar o rodar la pelota en parejas, caminar en grupos pequeños
dados de las manos, girar en parejas, hacer rondas jugando en círculos,
etc.
La motricidad del niño, en el período de tres
a cuatro años, evoluciona como sigue: se desplazan caminando, corriendo
y saltando en diferentes direcciones. El desarrollo de la
orientación espacial mayormente lo demuestran al lanzar de diferentes
formas y hacia diferentes puntos de referencia.
En este grupo ya comienzan a atrapar con las
dos manos la pelota que le lanzan rodando y también hacen intentos por
capturar la pelota que le lanzan a corta distancia aunque lo realizan
con ayuda de todo el pecho.
La acción de rodar la pelota se ejecuta en
este grupo con mejor dirección no sólo por el piso, sino también por
encima de bancos. Los lanzamientos se realizan con mayor variedad e
inician el golpeo de la pelota con un pie.
En este grupo la carrera la realizan
combinadamente: corren y caminan, corren y golpean o lanzan objetos; y
también cambian la dirección de la carrera al bordear objetos
colocados en el piso, si estos se encuentran separados unos de otros.
Además de subir y bajar la escalera con
mejor coordinación y continuidad en los movimientos, comienzan a
realizar la trepa a un plano vertical (cuerdas con nudos). Esta trepa
la ejecutan con el cambio de agarre de las manos sin lograr todavía el
desplazamiento de las piernas.
La reputación la realizan por el piso con
movimientos alternos de brazos y piernas, pero aun sin buena
coordinación y también la ejecutan por bancos donde se sostienen de sus
bordes y con una ligera flexión de los brazos, desplazan todo el
cuerpo, arrastrándose por el banco.
Ejecutan la cuadrupedia en cuatro puntos de apoyo (pies y manos) por
arriba de bancos y muros pero sin un movimiento continuo, por lo que se
ejecuta des coordinadamente. Cuando realizan esta acción por las tablas
inclinadas o a nivel del piso, recurren nuevamente al movimiento
antecesor de gateo.
Caminan por tablas en el piso no solo hacia
adelante sino también hacia atrás y por arriba de bancos y muros; al
final de estos saltan hacia abajo. La mayoría de los niños cuando
saltan de esta forma, caen con poca estabilidad y se observan las
piernas extendidas en la caída. También saltan desde el piso, a caer
sobre un obstáculo a pequeña altura y pasan saltando, objetos de 25
cm. (aproximadamente) de altura, colocados en el piso.
Como en los artículos anteriores recordamos
que la caracterización motriz expresada anteriormente constituye solo
una aproximación basada en observaciones realizadas a muestra de niños y
niñas de este grupo de edad, bajo influencias educativas normales, por
lo que debe considerarse que aunque un niño este en este grupo de edad
sus características psicotrópico pueden variar de acuerdo a las
particularidades de su desarrollo. De ahí la importancia de tener en
cuenta las diferencias individuales.
A continuación se ofrecen dos ejemplos
prácticos de sesión de matricida que pueden organizarse con niños y
niñas de 3 a 4 años.
Otros ejemplos pueden encontrarse en el libro La Educación Física en preescolar (de la autora) editorial INDE. Barcelona.
Sesión No.1
Objetivo: Caminar y correr con cambios de dirección libremente y por planos en el piso.
Métodos: práctico, verbal y juego
Material: Mariposa y flores de cartulina, tizas para dibujar.
Parte inicial:
Caminar dispersos por toda el área, lento y rápido, moviendo los brazos lateralmente, imitando el vuelo de las mariposas.
Cada niño se coloca agachado dentro de la
flor (de cartulina) que ha sido colocada previamente en el piso. A la
señal del adulto salen a "volar" por toda el área. A la otra señal de
"llegó el cazador", los niños corren a ocupar cada uno su flor.
Parte Principal:
-
Se estimula para que los niños corran por toda el área tratando de agarrar la
mariposa que lleva el adulto. Este se desplaza cambiando la dirección.
Los niños dibujan en el piso líneas rectas y con
curvas para pasar por arriba: caminando hacia adelante, atrás y
lateralmente (las manos se pueden llevar en diferentes partes del
cuerpo). Al final corren por las líneas.
Juego: “A pasear por el campo”.
Se divide el grupo a la mitad. Se trazan en
el área dos líneas a la distancia de 10 m que representan dos casas. En
el centro, entre las dos líneas, se dibuja un círculo donde se ubica un
niño. El resto de los niños se situará sobre una de las líneas (casas).
El adulto invita a “pasear por el campo”. Los niños salen corriendo a
tratar de llegar hasta la otra línea (casa). El niño que está en el
círculo trata de agarrar al que no logre llegar a la "casa".
Parte Final:
Caminar lentamente y mover el cuerpo como si el viento los llevara a un lado y otro. Soplar haciendo sonidos como "el viento
Sesión No.2
Objetivo: Ejecutar desplazamientos de diferentes formas.
Métodos: Práctico, verbal y juego.
Materiales: Bolsas rellenas y objetos que rueden o pelotas.
Parte Inicial:
Correr con movimientos libres de los brazos, imitando el vuelo de los pájaros.
El adulto imita al viento, soplando y
emitiendo sonidos hacía el lugar donde sugiere a los niños desplazarse
(a un lado y otro, hacia adelante y atrás). El adulto puede indicar
verbalmente la dirección.
Caminar y flexionar el tronco imitando "pájaros" que picotean buscando alimento.
Parte Principal:
Los niños colocan bolsas en el piso y caminan
sobre ellas. Se separan las bolsas para caminar bordeándolas (lento -
rápido) y después pasarles por arriba sin tocarlas con los pies (hacía
adelante y lateralmente).
Juego: Lluvia de pelotas.
El adulto lanza por el piso varias pelotas u
objetos que rueden y motiva a los niños que corran para alcanzarlos.
Cuando lo logren se estimula a que ellos mismos los lancen para volver a
alcanzarlos.
Parte Final:
Caminar lentamente llevando cada niño la pelota en diferentes partes del cuerpo.
Como se puede apreciar en los ejemplos
sugeridos, a partir de este grupo de edad, la actividad motriz puede
tener una estructura organizativa donde se detallen en el plano teórico
las partes que conforman la misma. En la practica estas partes son
imperceptibles ya que guardan una estrecha relación.
Se puede iniciar la actividad con una primera
parte dedicada a la realización de diferentes desplazamientos
(caminando, corriendo, saltando) de manera que los niños logren
orientarse en el espacio donde se mueven. Esta parte incluye también
movimientos de expresión corporal que facilitan la disposición
psico-fisica del niño para la parte que continua.
La segunda parte de la actividad llamada
principal o medular es donde se propicia el desarrollo de las
habilidades motrices básicas como: caminar por diferentes planos y
alturas, correr bordeando o pasando obstáculos, saltar, rodar, lanzar,
golpear de diferentes formas y combinaciones, reptación, cuadrupedal,
escalamientos, trepas, así como las diferentes alternativas y
combinaciones de cada uno de ellos como: deslizarse, balancearse, halar,
empujar objetos, dentro de otros. Esta parte incluye un juego motor
propiamente dicho, aunque toda la actividad se realiza en forma de
juego, por lo que el mismo se utiliza en estas edades como medio y como
método.
La tercera parte o final procura llevar al
organismo a un estado más tranquilo, pausado, mediante la ejecución de
tareas motrices de relajación y acompañadas de una respiración más lenta
y profunda.
Las tareas motrices que se realizan en cada
una de estas partes de la actividad están dirigidas a identificar al
niño con su esquema corporal y con todas las posibilidades de
utilización de su cuerpo, el manejo del espacio, el conocimiento del
tiempo y las relaciones de cada uno de estos componentes.
Esta estructura es muy flexible así como los
contenidos que se proponen sugerir al niño. Si los contenidos se
planifican con antelación, deben ser susceptibles a cambios, pues ya
desde estas edades el niño comienza a realizar muchos movimientos y
acciones por su propia iniciativa, lo cual debe ser respetado por todo
educador para no afectar el desarrollo de la independencia en los
pequeños.
Cuando la actividad motriz del niño no se
ejecuta de forma espontánea, sino cuando se realiza como una actividad
pedagógica, puede asimilar este tipo de estructura y tener un tiempo de
duración entre 15 y 20 minutos aproximadamente, con dos frecuencias en
la semana.
La sesión de modicidad constituye un momento
de gran valor educativo, en el que se puede establecer un contenido programático que, sin ser estático ni esquemático, es considerado como
una importante vía para contribuir al desarrollo de niños y niñas que ya
a comienzan en la edad preescolar.